España y otros países instan a que el Pacto Verde Europeo sea la herramienta para la recuperación tras el COVID-19

España ha sido uno de los primeros países europeos firmantes de un llamamiento realizado a la Comisión Europea (CE) para que utilice el Pacto Verde Europeo como la gran palanca para la recuperación económica de Europa tras la crisis provocada por el COVID-19, junto a Austria, Dinamarca, Finlandia, Italia, Letonia, Luxemburgo, Holanda, Portugal y Suecia.

Los países firmantes proponen ampliar inversiones en movilidad sostenible, energías renovables, rehabilitación de edificios, investigación e innovación, recuperación de la biodiversidad y economía circular.

En una carta hecha pública el pasado 9 de abril, que firma en nombre de España la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, los países solicitan a la Comisión que analice qué elementos de los que integran el Pacto Verde pueden ir adelantándose para acelerar una recuperación verde y una transición justa.

Desarrollo económico bajo en carbono

Los países consideran que el Pacto Verde Europeo aporta soluciones para dar respuesta a la crisis económica provocada por el virus del COVID-19, y transformar Europa en una economía sostenible y climáticamente neutra.

“Necesitamos ampliar las inversiones, especialmente en los campos de la movilidad sostenible, las energías renovables, la rehabilitación de edificios, la investigación e innovación, la recuperación de la biodiversidad y la economía circular”, afirman los ministros.

Recuerdan que aumentar el objetivo de reducción de emisiones a 2030, fortalecer el marco regulatorio europeo de lucha contra el cambio climático o reforzar los estándares ambientales, implica situar a los países europeos a la vanguardia del nuevo desarrollo económico bajo en carbono.

La Unión Europea debe “enviar una señal política al mundo y a sus ciudadanos de que la UE liderará con el ejemplo, incluso en momentos difíciles como el actual, el camino hacia la neutralidad climática y el cumplimiento del Acuerdo de París”, añaden.

Crisis climática y ecológica como prioridad

Los países consideran que la crisis del COVID-19 nos ha recordado la importancia de dar respuestas tempranas, de trabajar juntos y de manera solidaria, al igual que ocurre ante la crisis climática y ambiental.

“Debemos comenzar a prepararnos para reconstruir nuestra economía e impulsar los planes de recuperación necesarios para lograr un progreso y prosperidad renovados y sostenibles para Europa y sus ciudadanos. Los esfuerzos para frenar la crisis climática y ecológica deben ser prioridad en esos planes de recuperación. Es imprescindible que la UE mantenga su ambición para mitigar los riesgos y los costes de la inacción frente al cambio climático y la pérdida de biodiversidad”, inciden.

La carta concluye que la protección y conservación de la biodiversidad deben de ser parte fundamental de la respuesta a la crisis global y medioambiental, ya que son vitales para garantizar el bienestar y supervivencia de nuestras sociedades.

 
 
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