El proyecto E-Const impulsará la economía circular en el sector de la construcción de Gipuzkoa

proyecto E-Const

Los clústeres Aclima y Eraikune, con el apoyo de la Diputación Foral de Gipuzkoa, han lanzado el proyecto E-Const, con la finalidad de traccionar a las empresas del sector de la construcción de Gipuzkoa hacia la economía circular utilizando al sector medioambiental como palanca de cambio.

Jabier Larrañaga, diputado de Promoción Económica de la Diputación Foral de Gipuzkoa, Jon Ansoleaga, director de Eraikune, y Olga Martín, directora general de Aclima, presentaron el proyecto E-Const.

Este proyecto está promovido por Aclima, el clúster que aglutina la ecoindustria y los servicios y productos medioambientales de Euskadi, y el Clúster de la Industria de la Construcción de Euskadi, Eraikune.

El proyecto cuenta con una subvención del Departamento de Promoción Económica, Turismo y Medio Rural de la Diputación Foral de Gipuzkoa de cerca de 74.500 euros y persigue favorecer proyectos de innovación colaborativos que aporten valor diferencial en el tejido empresarial guipuzcoano. En el marco del proyecto, los clústeres Eraikune y Aclima están trabajando con el tejido empresarial de Gipuzkoa para identificar las oportunidades que presenta el territorio, con el fin de favorecer la transición del sector de la construcción hacia un modelo basado en la economía circular.

Materiales de construcción reciclados y más ecológicos

El 67% de los edificios de Gipuzkoa tienen más de 40 años (233.450 viviendas) y son susceptibles de ser rehabilitados. Además, casi el 97% de los residuos procedentes de la construcción y la demolición podrían ser recuperados e introducidos de nuevo en el proceso productivo, reduciendo la necesidad de introducir materias primas naturales. Pero también, antes del fin de ciclo de vida, se presentan oportunidades de competitividad para el sector, en la fase de diseño y planificación, en la fabricación de productos y componentes, en la construcción de obra nueva y rehabilitación, así como en el mantenimiento y renovación, relacionados con aspectos medioambientales como la gestión de residuos, los suelos contaminados, el ciclo del agua, la calidad del aire, los ecosistemas y la fabricación ecoeficiente y el ecodiseño.

Incorporando la perspectiva ambiental en todo el ciclo de vida del proceso constructivo –planificación, construcción, mantenimiento y deconstrucción–, las empresas de Gipuzkoa se encontrarían ante una “oportunidad de competitividad en forma de mayores ingresos, menores costes, mayor seguridad en el suministro y nuevas oportunidades de negocio”, según ha explicado Olga Martín, directora general de Aclima. Olga Martín ha incidido en que “podemos encontrar oportunidades concretas como, por ejemplo, el desarrollo de nuevos materiales de construcción reciclados y más ecológicos, la utilización de baldosas que absorben CO2, la reducción del uso de agua en los procesos de fabricación, la segregación y minimización de residuos y la reutilización de los mismos, la inclusión de placas solares para autosuficiencia energética o la inclusión de zonas naturales y orgánicas como parte de la construcción”.

Por su parte, Jon Ansoleaga, director de Eraikune, afirma que “para disminuir el impacto medioambiental es necesario incentivar las edificaciones con certificaciones o sellos verdes orientados a disminuir la huella de carbono del edificio, y también establecer planes específicos por parte de la administración pública que fomenten la proyección y ejecución de construcciones de economía circular, o incluso se establezcan exigencias normativas más restrictivas que introduzcan los criterios de economía circular”.

Fomento de la economía circular en Gipuzkoa

El diputado de Promoción Económica, Turismo y Medio Rural de la Diputación Foral de Gipuzkoa, Jabier Larrañaga, ha señalado que “este proyecto es uno de los 166 apoyados el año pasado dentro del programa de ayudas de la Diputación para promover la generación de oportunidades, el valor diferencial y la sostenibilidad del tejido empresarial de Gipuzkoa. La institución foral acaba de presentar la convocatoria de este año, a la que destinará 4,4 millones, 750.000 euros para integrar la economía circular en toda la cadena de valor de la actividad empresarial”.

Jon Ansoleaga ha señalado también que “la práctica totalidad de los edificios construidos son ineficientes y necesitan ser actualizados. Acometer la rehabilitación del parque edificado en clave de circularidad supondrá una oportunidad de diversificación y generación de nuevos servicios y productos. Todo ello integrando criterios de economía circular y no solo de sostenibilidad, yendo más allá del control del consumo y huella de carbono del uso del edificio, y prestando especial atención a la elección de los materiales y a establecer procesos más exhaustivos de control de trazabilidad de los mismos y los RCDs generados durante la ejecución de los proyectos».

 
 
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