El proyecto LIFE Green Adapt busca aumentar la resiliencia del sector de los residuos al cambio climático

El proyecto europeo LIFE Green Adapt tiene como objetivo principal aumentar la resiliencia de las infraestructuras de los gestores de residuos de la Unión Europea (centradas en los vertederos) frente al cambio climático, demostrando el potencial de las Blue Green Infrastructures (BGI) y los enfoques basados en los ecosistemas. La iniciativa, liderada por AIMEN Centro Tecnológico, cuenta con un presupuesto de 3 millones de euros y ha recibido financiación del Programa LIFE de la Unión Europea.

Las tecnologías desarrolladas serán validadas a escala real en un vertedero gallego y se espera que sean replicables en instalaciones gestoras de residuos de toda Europa.

Enterrar los residuos sólidos en el suelo, aunque sea de manera controlada, tiene un impacto en el entorno y los vertederos son una fuente potencial de episodios graves de contaminación cuando se ven afectados por eventos climáticos extremos.

En este contexto, el proyecto LIFE Green Adapt busca demostrar la capacidad de las Blue Green Infrastructures (enfoque que aprovecha los beneficios de trabajar con espacios verdes y soluciones naturales para proporcionar beneficios ambientales, económicos y sociales) para gestionar las inundaciones y escorrentías causadas por las fuertes lluvias, así como para prevenir incendios y explosiones que pueden llegar a producirse por sequías o por olas de calor cada vez más frecuentes.

Biotecnosuelos y humedales innovadores

El proyecto llevará a cabo la aplicación de biotecnosuelos y una combinación de humedales construidos a gran escala que aumentarán la resiliencia y la capacidad de adaptación de los vertederos al cambio climático.

La aplicación de estas innovaciones reducirá el riesgo de derrumbes asociados a las inundaciones y a los eventos de lluvia extrema, mediante la estabilización y enmienda del suelo utilizando biotecnosuelos y aplicando los principios de la economía circular. Además, permitirá gestionar eficazmente las nuevas zonas verdes, como las cubiertas de los vertederos, reduciendo el consumo de agua y la escorrentía de las aguas pluviales, gracias a la mayor capacidad de retención e infiltración.

La combinación de humedales construidos a gran escala servirá para almacenar y tratar el lixiviado del vertedero, líquido residual generalmente tóxico, y el agua de escorrentía contaminada. De este modo, el agua tratada se reutilizará para regar las instalaciones, mitigando y haciendo frente a los efectos de las altas temperaturas, evitando incendios o explosiones.

Asimismo, se evitará el tratamiento externo de los lixiviados y de las aguas de escorrentía contaminadas, permitiendo no sólo su reutilización, sino un vertido controlado en las aguas naturales, reduciendo los efectos de la sequía en las regiones con escasez de agua.

Adaptación en el ámbito de los vertederos

En su conjunto, el proyecto mejorará la base de conocimientos para el desarrollo, la evaluación y el seguimiento de las acciones de adaptación en el ámbito de los vertederos, siguiendo una metodología común y adecuado para cuatro zonas de riesgo climático de la UE (regiones Atlántica, Continental, de Montaña y Mediterránea). Asimismo, impulsará el desarrollo y la aplicación de medidas de adaptación al cambio climático de acuerdo con las políticas de la UE, a través de la transferencia de conocimientos.

Las tecnologías desarrolladas dentro del proyecto serán validadas a escala real en el vertedero de Xiloga (As Somozas, Galicia) durante los próximos cuatro años y se espera que sean replicables en instalaciones gestoras de residuos de toda Europa.

 
 
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