La Comisión Europea ha adoptado un paquete de medidas para facilitar la aplicación de la Taxonomía de la Unión Europea, con el propósito de reducir la carga administrativa que enfrentan las empresas, mejorar su competitividad y mantener al mismo tiempo los objetivos esenciales en materia climática y medioambiental.
El Reglamento sobre la Taxonomía, vigente desde 2020 y con requisitos de información aplicables desde 2022, proporciona un punto de referencia común en materia de sostenibilidad para empresas financieras y no financieras, apoyando así inversiones alineadas con la transición ecológica de la economía europea según las metas del Pacto Verde Europeo.
Principales medidas de simplificación
Las medidas de simplificación introducidas por la Comisión Europea contemplan que las empresas financieras y no financieras queden exentas de evaluar la elegibilidad y la alineación con la Taxonomía en aquellas actividades económicas que no resulten financieramente significativas para su negocio. Esta medida busca aliviar la carga administrativa y facilitar que las organizaciones puedan concentrarse en la presentación de informes relacionados con sus actividades principales y en su contribución concreta al proceso de transición sostenible.
Asimismo, se establece que las empresas no financieras no estarán obligadas a evaluar la alineación de la Taxonomía respecto del total de sus gastos operativos cuando estos no se consideren materiales para su modelo de negocio. En cuanto a las empresas financieras, se han simplificado los indicadores clave de desempeño, entre ellos el índice de activos verdes para los bancos, y se les concede la posibilidad de no informar los indicadores detallados de la Taxonomía durante un período transitorio de dos años.
Las plantillas de presentación de informes también han sido ajustadas con el objetivo de reducir significativamente la carga informativa, lo que supone una disminución del 74% en el número de puntos de datos requeridos para las empresas no financieras y del 89% para las financieras. Por último, se han introducido mejoras en los criterios de ‘no causar un daño significativo’, en particular en lo que respecta a la prevención y el control de la contaminación relacionada con el uso y la presencia de sustancias químicas.
Estas modificaciones han sido adoptadas mediante un acto delegado que modifica los actos delegados sobre divulgación de taxonomía, clima y medio ambiente. Ahora, el acto delegado se remitirá al Parlamento y al Consejo Europeo para su revisión, y una vez finalizado el período de examen, que durará cuatro meses con posibilidad de prórroga de dos más, las nuevas disposiciones se aplicarán a partir del 1 de enero de 2026, abarcando el ejercicio 2025, aunque las empresas podrán optar por comenzar a aplicarlas desde el ejercicio 2026 si así lo prefieren.