Se inaugura la primera planta de reciclaje y tratamiento integral de residuos de la construcción de Cataluña.

El conseller de Medio Ambiente y Vivienda, Francesc Baltasar, ha inaugurado la primera planta de tratamiento integral de residuos de construcción y demolición de Cataluña en las Franqueses del Vallès (Vallès Oriental). Ha acompañado al conseller el presidente de Tecnocatalana de Runes, Rossend Matas, y la gerente de la Agència de Residus de Catalunya y presidenta de la Gestora de Runes de la Construcció, Genoveva Català.

La nueva planta supone una inversión de 4 millones de euros, está gestionada por Tecnocatalana de Runes y es resultado de la colaboración entre la iniciativa pública y la privada. La gestión que lleva a cabo de los residuos es pionera, ya que substituye los procesos manuales por otros de automatizados. Así mismo, es un modelo ambiental respecto al control del ruido y de las emisiones de polvo.

La instalación es resultado de la colaboración del Ayuntamiento de les Franqueses, el Gremio de Constructores de Obras del Vallès Oriental, Áridos García y Gestora de Runes de la Construcció (GRC), entre otros. La presencia de GRC en el accionariado de Tecnocatalana de Runes es la manifestación más clara de la conciliación de los intereses privados y los públicos, ya que la propiedad de Gestora se reparte entre un 45% del sector público y un 55% del privado. Este carácter mixto satisface las necesidades del sector constructor privado y, a la vez, las líneas de actuación que marca el Departamento de Medio Ambiente y Vivienda.

La planta de las Franqueses nace con la vocación de alcanzar elevados grados de valorización de residuos de la construcción y demolición de la comarca del Vallès Oriental. De esta forma, contribuirá al cumplimiento de los objectivos de reciclaje fijados por la Generalitat en el PROGROC (Programa de gestión de residuos de la construcción en Cataluña) y darà solución a la gestión de los residuos de la construcción de forma controlada.

Ficha técnica:

Procesos automatizados

Entre los aspectos innovadores de la planta de las Franqueses, destaca su capacidad de tratar el residuo sucio que hasta ahora se vertían, y la substitución de los procesos manuales por otros de automatizados. De esta forma se abarata el coste del proceso de limpieza. Además, combina diferentes sistemas de trituración, criba, limpieza y separación neumática y manual para clasificar los diferentes residuos en materiales pétreos, por un lado, y en hierro, madera, plástico o papel, por el otro.

El proceso de tratamiento

La instalación acepta todo tipo de residuo procedente de la construcción y demolición. El proceso comprende las fases siguientes:

  1. Recepción y descarga de los residuos: los camiones entran a la planta y se pesan en una báscula para fijar la tarifa de entrada. A continuación, el camión descarga el material en una tolva que alimenta el proceso productivo.
  2. Primera zona de limpieza y zona intermedia de almacenamiento: el material pasa a una gran cinta o plato de separación de 6 metros de largo, donde un brazo mecánico extrae los materiales voluminosos no pétreos como son la madera o los tubos, y los deposita en el contenedor correspondiente para su gestión externa. A continuación, los residuos pasan por un molino que los reduce por debajo de 250 mm y se acumulan en un silo intermedio.
  3. Limpieza: el material procedente del silo intermedio pasa por diferentes procesos de clasificación, limpieza a través de aire (materiales volátiles), separación de impropios mediante agua (materiales con poca densidad) y selección manual de los no-pétreos, hasta separar los materiales pétreos de plásticos, maderas, cartones, hierros y similares. Las diferentes fracciones pétreas obtenidas son la materia primera para la fabricación posterior del árido reciclado.
  4. Zona de fabricación de áridos: el material ya limpio pasa a un molino secundario que lo tritura hasta obtener un árido de diámetro entre 0-80 mm. Posteriormente, este material se criba para obtener las diferentes granulometrías a comercializar.

Producto resultante: árido reciclado

El árido reciclado es un producto apto para ser reutilizado como granulado para bases y subbases de carreteras y caminos, en nivelar terrenos, en la formación de capas drenantes y en otros procesos constructivos de ingeniería civil. Su limpieza exhaustiva previa a la trituración garantiza un árido capaz de competir perfectamente en calidad con uno de natural.

El hecho de reincorporar un residuo, que de otra forma se destinaría al abandonamiento, permite retornar los residuos de la construcción y demolición al ciclo productivo, además de evitar el malbaratamiento de los recursos naturales.

Referente en el campo ambiental

La planta es un modelo ambiental, ya que ejecuta el proceso productivo en una nave cerrada que permite controlar el ruido y las emisiones de polvo, y incluso criterios de integración paisajística en el entorno industrial. Para evitar las emisiones de polvo, la planta dispone de sistemas de aspersión de agua a presión en las caídas y en las zonas de descarga de material. Además, la nave dispone de un sistema de aspiración de aire para evitar la expulsión de polvo al exterior. Por otro lado, los residuos no reutilizables que genera la planta se envían a un gestor autorizado.

 
 
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