ASIF celebra su X Aniversario con los objetivos cumplidos multiplicando su número de socios por 150 desde su fundación.

El sector fotovoltaico español mira al futuro con ilusión, a pesar de la incertidumbre que vive en la actualidad Madrid, 7 de noviembre de 2007. La Asociación de la Industria Fotovoltaica (ASIF) celebra hoy su X Aniversario. El 7 de noviembre de 1997, tres empresas, Atersa, BP Solar e Isofotón, reunidas en el toledano Hotel Doménico, crearon la Asociación para defender los intereses de su naciente y pujante sector. Hoy, diez años después, ASIF ha multiplicado por 150 su número de socios –ya cuenta con 434 miembros– y es la entidad de referencia de la energía solar fotovoltaica en España.

De un modo paralelo a este éxito asociativo, y en buena parte fruto de la labor de ASIF y del apoyo de las diferentes administraciones del Estado, la fotovoltaica también ha escrito durante esta década su propia y laureada historia.

Así, la potencia instalada se ha multiplicado por 40 y ha pasado de sumar apenas 10 MWp a sumar 400 MWp. Hoy, España ocupa el cuarto puesto del mercado fotovoltaico mundial –sólo por detrás de Alemania, Japón y EE UU– y ha desarrollado un tejido industrial de gran calidad y capacidad que está consolidándose y que encara, con potentes inversiones, el completar todo el ciclo productivo de la tecnología.

Incertidumbre y riesgo

Sin embargo, este triunfo sin paliativos ha engendrado una situación de incertidumbre sobre el futuro próximo al haberse alcanzado, el pasado mes de agosto, con tres años de adelanto, el objetivo de 2010 propuesto por el vigente Plan de Energías Renovables.

Ello ha impulsado al Gobierno a revisar el marco regulatorio y a proponer un nuevo Real Decreto exclusivo para la fotovoltaica –lo que es otra muestra de la relevancia adquirida– que contiene no pocos elementos positivos, como un sistema de reducción de tarifas del 5% anual o el impulso de la incorporación de la tecnología solar a la edificación.

No obstante, la Propuesta de Real Decreto establece un cupo de 1.200 MWp hasta 2010 que deja sin tarifa a todas las instalaciones que no entren en él, lo que –por el inasumible riesgo que introduce– ha paralizado la financiación de los proyectos que deberían culminarse a partir del otoño del año que viene.

Sin límites

Puesto que el sistema de reducción de tarifas del 5% anual –con las consecuentes revisiones periódicas– permite regular y ajustar la evolución del mercado a la planificación prevista, ASIF confía en que se elimine el límite de 1.200 MWp por innecesario y que, con ello, desaparezca la incertidumbre que ahora planea sobre el sector.

La fotovoltaica, la fuente de energía con más proyección y con todas las virtudes de las renovables (limpia, inagotable, autóctona, segura…) más las suyas propias (modular, versátil, sin ruidos, sin reacciones químicas ni termodinámicas, con equipos garantizados durante 25 años, con la máxima producción coincidiendo con los picos de demanda…), ha pasado en 10 años de ser una fuente de energía muy marginal –ni siquiera aparecía en las estadísticas oficiales– a ser una apuesta sólida para cubrir una parte cada vez mayor del abastecimiento energético español.

 
 
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