Una investigadora de la UPC de Terrassa patenta un nuevo material conseguido a partir de los residuos del papel.

Margarita Calafell, investigadora del Departamento de Ingeniería Química en la ETSEIAT de la UPC en Terrassa, ha conseguido fabricar un material nuevo a partir del tratamiento biotecnológico de los residuos del papel.

Reciclar papel para obtener nuevamente papel o cartón es algo habitual desde hace años, pero aprovechar los residuos de este proceso, que ya nadie quiere, y fabricar con ellos un nuevo material altamente resistente, versátil y respetuoso con el medio ambiente es toda una novedad. Esto es lo que ha conseguido hacer la investigadora del Campus de Terrassa de la UPC Margarita Calafell, responsable del Laboratorio de Catálisis Enzimática del grupo de investigación ENGIBIO de la UPC.

1 kg de papel, 1 kg del nuevo material

Esta investigadora ha aplicado una nueva metodología biotecnológica, creada por ella misma, con la que ha podido modificar las propiedades químicas y estructurales de los residuos celulósicos que se producen en el proceso de reciclaje del papel. De esta manera ha creado un nuevo material compacto, modelable, ignífugo, impermeable, resistente y poroso que podrá sustituir, en muchos usos, a materiales poco respetuosos con el medio ambiente o que son más caros, como los plásticos, los derivados de la madera o los cauchos. Además, este material se obtiene de la manera más productiva posible, porque por cada kilogramo de papel se extrae un kilogramo del nuevo material, que tendrá múltiples aplicaciones en numerosos sectores productivos industriales.

Sustituto del Pladur y del Poliespan

De hecho, gracias a sus propiedades de resistencia, aislantes, impermeables y de baja densidad, podrá sustituir, por ejemplo, al Pladur, así como a muchos materiales que se utilizan en el sector de la construcción, como tabiques aislantes, placas de insonorización o de falsos techos. Las propiedades modelables del material permitirán también fabricar todo tipo de productos para embalaje, y podría sustituir al Poliespan u otros productos derivados del petróleo.

Metodología muy versátil

El nuevo material ya ha sido patentado por la misma Calafell, con una patente UPC. De hecho, el aspecto más novedoso es la gran versatilidad de la nueva metodología utilizada. La investigadora afirma que con la nueva técnica se puede conseguir modificar las propiedades de todo tipo de residuos que provengan de materias celulósicas (papel), poliméricas (plásticos) e, incluso, del caucho de los neumáticos. Con todo, Margarita Calafell quiere dejar claro que el nuevo material que ha creado no es un tipo de aglomerado, sino un nuevo material —que, por cierto, todavía no ha bautizado— que tiene propiedades únicas y uniformes.

Ideas para comercializar el nuevo material

Margarita Calafell ya se ha puesto en marcha para comercializar el nuevo material a través de diferentes vías, como son la creación dentro de la UPC de una empresa derivada, la búsqueda de inversores para fabricarlo a gran escala y el desarrollo de un proyecto conjunto con el Laboratorio para la Innovación Tecnológica de Estructuras y Materiales (LITEM) de la UPC —otro grupo de investigación del Campus de Terrassa—, que pasa por la construcción de una planta piloto en la que se pueda empezar a fabricar.

El proyecto de investigación de Margarita Calafell ha sido seleccionado entre 170 proyectos presentados en el IX Concurso de Ideas de Negocio del programa ACC1Ó de la Generalitat de Catalunya, y también ha sido el escogido entre 37 proyectos presentados en el concurso BioEmprendedor XXI, promovido por la fundación Genoma España, entre otros agentes.

 
 
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