La planta de residuos de Valdemingómez enciende los semáforos y las farolas de Madrid.

El Ayuntamiento de Madrid produce a partir de los lodos de depuración de las aguas y del tratamiento de residuos el 2,6% del consumo de energía eléctrica de la ciudad Madrid, es la mayor productora de energía renovable procedente de residuos de España. Valdemingómez produce una media de 323.000 megawatios/hora al año, es decir el 2,3% del consumo energético de Madrid. Esto equivale al consumo anual del alumbrado y los semáforos de la ciudad.

Convertir los residuos en energía es desarrollo sostenible. Madrid es una de las pocas ciudades que realiza por sí misma el tratamiento integral de los desechos. Lo hace en el Parque Tecnológico de Valdemingómez, que convierte la basura en electricidad, produciendo una media anual de aproximadamente 323.000 megavatios/ hora /año. Esto representa el 2,3% del consumo energético de la ciudad, una cifra equivalente al consumo anual del alumbrado, los semáforos de la ciudad, y el autoconsumo de Valdemingómez.

La delegada de Medio Ambiente, Ana Botella, ha asistido a la tercera edición de la Conferencia Internacional sobre Obtención de Energía a partir de Residuos y Biomasa, organizada por el Instituto para la Sostenibilidad de los Residuos, donde ha destacado Madrid como un ejemplo de "ciudad profundamente comprometida con la gestión sostenible de los residuos y en especial con su aprovechamiento energético".

Actualmente Madrid ciudad produce el 5,2% del total de la energía eléctrica que consume. En este sentido el Ayuntamiento de Madrid desempeña un importante papel, ya que la energía obtenida a partir de los lodos de depuración de las aguas y del tratamiento de residuos representa el 2,6% del consumo de energía eléctrica de la ciudad. Gracias a ello, Madrid es la mayor productora de energía renovable procedente de residuos de España y la principal ciudad productora de energía limpia de toda la región.

Más de la mitad de la población mundial vive en las ciudades, donde se consume el 80% de la energía y en donde se producen más del 50% de las emisiones de los gases de efecto invernadero asociados al uso energético. Es en las urbes donde la escasez de materias primas y de recursos energéticos obligan a una gran dependencia energética del exterior, por lo que el desarrollo de técnicas y fuentes de energía renovables propias se convierte en imprescindible.

Bajo este marco, expertos y agentes en residuos y biomasa se han dado cita en esta conferencia con un pretexto: analizar y debatir la aportación de la energía procedente de fuentes alternativas al modelo energético a medio y largo plazo, clave para el desarrollo sostenible en las sociedades. "La energía procedente de biomasa y residuos -aseguró la delegada- representa un gran potencial que aún no ha sido suficientemente puesto en valor". De hecho, el borrador del nuevo Plan de Acción Nacional de Energías Renovables 2010-2020 (PANER) fija como objetivo duplicar la energía procedente de biomasa y residuos en cinco años, pasando del 5,37% al 10,46% sobre la producción total de energía renovable en España en 2015.

Un pacto mundial

Entre los compromisos internacionales hay un reto que figura en los primeros puestos y es el avance hacia un modelo energético más respetuoso con el medio ambiente, bajo en carbono y menos dependiente de los combustibles fósiles. Estos retos globales se plasman en iniciativas como la estrategia energética de la Unión Europea para el año 2020, que incluye una reducción de emisiones de CO2 del 20%, una reducción del consumo de energía del 20% y un incremento del 20% de la producción de energía de origen renovable. La Directiva Europea 2009/28 y los Planes de Acción Nacional en materia de Energías Renovables son textos que contribuyen al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables.

 
 
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