La legislación sobre sostenibilidad está impulsando cambios irreversibles en los edificios de oficinas europeos, según demuestra un estudio de Jones Lang LaSalle.

La legislación sobre sostenibilidad está impulsando cambios irreversibles en los edificios de oficinas europeos, pero a diferentes velocidades. Según el estudio Offices 2020 elaborado por Jones Lang LaSalle en el que han participado 150 expertos de Europa y Oriente Medio .

El 83% de los profesionales del sector inmobiliario cree que la sostenibilidad será la cuestión estratégica de mayor prioridad que afrontarán los ejecutivos responsables del área de oficinas durante los próximos diez años, según las conclusiones del estudio Offices 2020 de Jones Lang LaSalle realizado a 150 expertos de Europa y Oriente Medio.

Sin embargo, el camino hacia los inmuebles sostenibles se está recorriendo a diferentes velocidades en Europa, donde una nueva legislación está impulsando la evolución de buenas prácticas en países como Francia, Alemania y el Reino Unido, mientras que las dificultades económicas están repercutiendo negativamente en el avance de otros países entre los que se encuentra España.

Bill Page, director de estudios para la región de Europa, Oriente Próximo y África (EMEA) de Jones Lang LaSalle y responsable de la iniciativa Offices 2020, señaló: “Mientras que hace diez años no se contemplaba casi en ninguna parte, la sostenibilidad es ahora una consideración fundamental en los inmuebles de oficinas. Si bien el cambio climático, el control de costes y las prácticas comerciales éticas forman parte de la ecuación, la legislación es el verdadero motor del cambio y está obligando a los inquilinos e inversores europeos a adaptar sus edificios de oficinas. Aunque la Unión Europea obliga a que todos los edificios de oficinas nuevos alcancen una autosuficiencia energética casi total en 2020, se están ampliando las diferencias entre los inmuebles y los países. La brecha entre los que lideran la transición hacia los inmuebles sostenibles y los que van por detrás se está ampliando y aumentará durante la próxima década”.

Bill Page añadió: “Un ejemplo claro de los cambios “forzados” es la ley sobre energía aprobada por el Reino Unido en 2011 (2011 Energy Act). A partir de abril de 2018, los propietarios no podrán alquilar superficies residenciales o comerciales que no alcancen unos requisitos mínimos, y la opinión generalizada es que será una certificación de eficiencia energética inferior a E. Se calcula que alrededor del 63% del parque de edificios del Reino Unido tiene una calificación inferior a E. Esto provocará cambios acelerados en la mayoría de edificios en un lapso relativamente corto”.

Benoît du Passage, director general para Francia y el sur de Europa en Jones Lang LaSalle y el ejecutivo de la compañía responsable de este proyecto de investigación, explicó: “La sostenibilidad fue en el pasado una cuestión secundaria desconectada de la estrategia empresarial, pero esto ha cambiado. Ahora contamos con estudios que revelan que los cambios en la sostenibilidad de los edificios han mejorado la productividad de los empleados. Los propietarios y promotores de superficies de oficinas tienen que tomar medidas rápidamente para proteger el valor de sus edificios y evitar que queden obsoletos. La sostenibilidad del inmueble se convertirá rápidamente en un requisito clave para que éste sea considerado producto prime. Por consiguiente, esperamos que el diferencial de precios entre los activos sostenibles y no sostenibles se amplíe durante los próximos años”.

Los inquilinos también tienen que prestar mucha atención a la sostenibilidad cuando analicen sus necesidades inmobiliarias. A pesar de que los edificios más antiguos y menos ecológicos podrían ofrecer alquileres más bajos, los ahorros potenciales podrían verse anulados por los mayores costes operativos derivados de la tendencia al alza de los precios de la energía. Benoît du Passage concluyó: “Las empresas no pueden obviar la creciente dimensión “social” de los inmuebles sostenibles. Durante los próximos diez años, esperamos que la productividad, la satisfacción de los empleados y la sostenibilidad estén intrínsecamente ligadas. Esperamos también que los directivos de las empresas pongan mayor énfasis en el valor social de los inmuebles sostenibles”.

Silvia Andrés, responsable de sostenibilidad en Jones Lang LaSalle España aseguró: “aunque en España estas tendencias están avanzando a un ritmo más lento que en el resto de Europa debido a la crisis económica, la sostenibilidad será un factor decisivo en los próximos años. Los edificios que no cumplan con unos requisitos mínimos de eficiencia energética se quedarán fuera de mercado. Las certificaciones sostenibles (LEED, BREEAM, VERDE.) se entienden cada vez más como una marca de calidad y una forma de diferenciación.”

Principales conclusiones del estudio:

 
 
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