El Grupo Orobio desarrolla prefabricados de construcción a partir de residuos, reduciendo el 80% del consumo de materias primas.

Las empresas Tejera de Durango de Orobio-Goicoechea y CIA, y Áridos Siderúrgicos Orobio, ambas del Grupo Orobio, han desarrollado nuevos materiales prefabricados de construcción a partir de áridos siderúrgicos y cenizas de incineración de lodos, lo que permitirá ahorrar hasta un 80% en el consumo de materias primas. El proyecto se ha llevado a cabo con el soporte tecnológico de la Unidad de Construcción de Tecnalia y con el apoyo de Ihobe a través de la línea de proyectos ecoinnovadores para la demostración de tecnologías limpias y la valorización de residuos.

Así, estas empresas han conseguido desarrollar una serie de prototipos de productos prefabricados para la construcción, en los que se han incorporado áridos siderúrgicos de escoria negra de acería de horno eléctrico de arco, así como cenizas procedentes de la valorización energética de lodos de Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR).

Ihobe prevé que, sólo en Euskadi, 70.000 toneladas anuales de estos residuos podrán ser valorizados y que incluso pueda generarse una nueva actividad económica derivada de este proyecto que emplee a 10 trabajadores. En la CAPV se generan anualmente 700.000 toneladas de escorias negras residuales de las que se valorizan aproximadamente el 50%, así como 9.000 toneladas anuales de cenizas procedentes de la valorización energética de lodos de depuradoras, lo cuales se depositan en vertedero íntegramente.

El proyecto se ha desarrollado a lo largo de ocho meses, desde octubre de 2011 hasta mayo de 2012, y se ha demostrado la viabilidad técnica de los nuevos productos en cuanto a las condiciones para la fabricación y uso de los nuevos prototipos desarrollados: trabajabilidad, tiempos de fraguado, durabilidad, resistencias a flexión y compresión. También se ha demostrado la viabilidad medioambiental a través de ensayos de lixiviación y análisis de ciclo de vida del producto, entre otros.

Como principales ventajas, cabe destacar que la sustitución de cemento por cenizas EDAR en determinadas proporciones conlleva aumentos significativos de la resistencia a la compresión del elemento y reduce los costes de producción. Respecto a las mejoras medioambientales, se incorporan dos corrientes de residuos (los áridos siderúrgicos y las cenizas procedentes de la valorización de lodos EDAR) en aplicaciones constructivas ligadas, de alto valor añadido.

Además, se reduce el potencial de lixiviación de los metales pesados asociados al árido siderúrgico, al incorporarlos en aplicaciones ligadas con cemento, al tiempo que disminuye la huella de carbono asociada a los productos finales, y se reduce aproximadamente el 80% en el consumo de materiales de origen natural por cada unidad de elemento prefabricado.

El desarrollo de este proyecto ha supuesto una inversión de 60.000 euros, de los cuales el Gobierno Vasco, a través de Ihobe, ha aportado el 50% tras ser seleccionado como uno de los mejores proyectos presentados en el marco de la iniciativa “Proyectos de EcoInnovación 2011 para la demostración en tecnologías limpias y, valorización de residuos”, iniciativa del Programa Ecoeficiencia en la Empresa Vasca y que, gracias a su éxito, ha contado con una nueva dotación presupuestaria en 2012.

 
 
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