El nuevo centro de Caprabo construido en el término municipal de El Prat de Llobregat (Barcelona) ha sido diseñado bajo criterios de calidad medioambiental recogidos en la Certificación LEED Gold que concede el U.S. Green Building Council a aquellos edificios ideados bajo rigurosos estándares de calidad medioambiental. El edificio introduce medidas estrictas de eficiencia energética respetuosas con el medio ambiente.
La nueva plataforma de productos frescos de Caprabo tiene una superficie de 24.600 m2 y la inversión estimada por CILSA asciende a 20 millones de euros. La nave estará dotada de la más moderna tecnología para la actividad logística de gestión de frío y su construcción se rige bajo estrictos criterios de sostenibilidad, lo que permitirá obtener la certificación LEED Gold para las instalaciones.
Ahorro energético y gestión del consumo
La instalación cuenta con placas fotovoltaicas para el autoconsumo de energía eléctrica de 60 KWp, que aportan tres veces más de la potencia y hasta el 5% del consumo anual necesario para la nave.
El nuevo centro logístico de Caprabo, que abrirá durante este mes de junio, incorpora medidas de ahorro y monitorización de consumos, así como sistemas para el aprovechamiento de residuos. La instalación de aparatos y grifería de bajo consumo prevé un ahorro del consumo de agua anual del 50% en comparación con un edificio tipo.
Para la monitorización de consumos, se ha implantado un sistema de última generación capaz de hacer un seguimiento pormenorizado y en tiempo real de los consumos de agua y energía y detectar así posibles desviaciones.
Para la generación del agua caliente sanitaria que se utilizará en duchas y servicios se aprovecha el calor residual de la instalación frigorífica. De esta forma no hay consumo adicional de energía y también ayuda a disipar el calor de la instalación. Además, se utilizará amoníaco como refrigerante, para la producción de frío en la planta, evitando así el uso de gases perjudiciales que generan calentamiento global.
Por otro lado, el edificio cuenta con zonas verdes en sus inmediaciones, para las cuales se ha optado por la plantación de especies autóctonas que no precisan riego. Además, Caprabo calcula que hasta el 90% de los residuos que ha generado la construcción de la nueva plataforma de distribución serán reciclados.