El Mitma presenta a los ayuntamientos los programas de ayudas a la rehabilitación de edificios y viviendas

Con una financiación de 5.520 millones de euros de los fondos europeos Next Generation EU, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ha presentado a los ayuntamientos los programas de impulso a la rehabilitación de edificios residenciales y públicos y de promoción de vivienda social y eficiente recogidos en el Componente 2 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).

El plan incluye inversiones por hasta 5.520 millones de euros para rehabilitar los inmuebles, reduciendo las emisiones y mejorando la habitabilidad, el confort y la usabilidad de los edificios.

El secretario general de Agenda Urbana y Vivienda, David Lucas, y el secretario de Estado de Política Territorial, Alfredo González, han presidido la presentación de los programas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) en la sede de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).

Ayudas para mejorar el parque edificatorio

La estrategia para conseguir una vivienda digna, asequible y eficiente, en el marco del PRTR, se articula sobre dos pilares: el programa de ayudas para la rehabilitación integral de edificios residenciales y viviendas, que cuenta con un presupuesto de 3.420 millones de euros, y el programa de construcción de 20.000 viviendas en alquiler social en edificios energéticamente eficientes, con una dotación de 1.000 millones.

En paralelo, se está trabajando en la creación de una nueva línea de avales ICO de hasta 1.100 millones de euros con la que el Gobierno busca facilitar la financiación bancaria de las actuaciones de rehabilitación al cubrir parcialmente los riesgos de los préstamos. La línea de avales se articulará mediante la firma de un convenio entre Mitma y el Instituto de Crédito Oficial (ICO) y no cuenta con el respaldo de los fondos europeos.

Por otro lado, el Programa de impulso a la rehabilitación de edificios públicos (Pirep) tiene una dotación de 1.080 millones de euros de los que 480 millones ya se han conveniado con las ciudades y las comunidades autónomas para mejorar el parque público autonómico. Los 600 millones de euros restantes se distribuirán entre las entidades locales (Pirep Local) en forma de subvenciones en concurrencia competitiva. En total, 5.520 millones de euros para mejorar la habitabilidad y la usabilidad del edificio, reducir emisiones y descarbonizar los inmuebles, así como para implementar medidas de lucha contra la pobreza energética y de proximidad al ciudadano.

Rehabilitación residencial

La distribución de los fondos para rehabilitación residencial entre los beneficiarios finales se canalizará a través de las comunidades y ciudades autónomas, con las que se ha llegado a un acuerdo para el reparto de los recursos en proporción al número de hogares de cada región.

El plan de rehabilitación residencial, que contempla ayudas de entre el 40% y el 80% en función de los ahorros energéticos logrados, se divide en cinco programas que abarcan actuaciones a nivel barrio, edificio y vivienda; la creación de oficinas de prestación de servicios de apoyo y asesoramiento en materia de rehabilitación, la distribución de ayudas a la elaboración del libro del edificio existente y la redacción de proyectos de rehabilitación.

En cuanto al programa de rehabilitación de edificios, las entidades locales y sus empresas públicas podrán solicitar ayudas a su comunidad o ciudad autónoma siempre y cuando sean los propietarios de los inmuebles residenciales a regenerar para mejorar la eficiencia energética en las viviendas, lo que permitirá mejorar la calidad de vida de sus inquilinos. En este sentido, también podría solicitar financiación para la elaboración del libro existente del edificio. A través del programa se prevé alcanzar las 510.000 actuaciones de renovación de viviendas en el segundo trimestre de 2026.

En 2019 se rehabilitaron algo más de 31.100 hogares y, aunque supone un 10% más que en 2018, el objetivo del Gobierno es multiplicar la actividad por diez de aquí a 2030, llegando a las 300.000 viviendas al año.

Por último, el objetivo global de las actuaciones es reducir al menos un 30% el consumo de energía no renovable en los hogares y descarbonizar y bajar la demanda de calefacción y refrigeración como mínimo un 7%. Es importante acreditar la reducción del consumo y para ello un experto tiene que expedir un certificado energético de la vivienda o del edificio antes y después de la actuación.

 
 
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