El Ayuntamiento de Zaragoza ha iniciado un proceso de participación ciudadana con el objetivo de recopilar las aportaciones de la sociedad al Plan de Adaptación al Cambio Climático 2022-2030 (PACCZ) para mejorar la protección del municipio frente a los impactos de este fenómeno. Los ciudadanos, entidades y organizaciones sociales podrán realizar sus propuestas hasta el 20 de octubre a través de la plataforma de gobierno abierto IdeaZaragoza.
El Plan de Adaptación al Cambio Climático de Zaragoza 2022-2030 forma parte de los compromisos adquiridos por el Ayuntamiento de Zaragoza dentro del Pacto Europeo de las Alcaldías por el Clima y la Energía. En este marco, en 2021 se elaboró el Plan de Acción por el Clima y la Energía Sostenible del Municipio de Zaragoza 2030, en el cual ya se realizó un primer análisis de riesgos y vulnerabilidades.
Igualmente, y dado que mitigación y adaptación se encuentran relacionadas, el Plan de Adaptación al Cambio Climático de Zaragoza 2022-2030 se integra en las acciones de mitigación de la Misión 100 Ciudades Climáticamente Neutras para 2030 designadas por la Comisión Europea en 2022. Además, complementa y amplía la Estrategia de Cambio Climático, Calidad del Aire y Salud de Zaragoza (ECAZ 3.0) de 2019, centrada fundamentalmente en objetivos de mitigación, los cuales fueron actualizados posteriormente hasta la actualidad en que se plantea el objetivo de ciudad climáticamente neutra para 2030.
Proceso participativo
¡Nos adaptamos al cambio climático! es el reto que ha lanzado el Ayuntamiento de Zaragoza a la ciudadanía con el objetivo de recoger aportaciones al Plan de Adaptación al Cambio Climático 2022-2030 que está elaborando el Servicio de Medio Ambiente y Sostenibilidad. Estará finalizado antes de que acabe el año 2022 y su desarrollo permitirá a la ciudad estar más preparada para afrontar las consecuencias del cambio climático.
El borrador del PACCZ, que está disponible en la sede electrónica municipal, es el resultado de un proceso de participación interno desarrollado durante los dos últimos meses y medio. Durante este tiempo se han llevado a cabo cerca de 30 entrevistas estructuradas con más de 45 personas de distintas áreas y servicios municipales y otras entidades externas clave (Gobierno de Aragón, Confederación Hidrográfica del Ebro, Universidad de Zaragoza, etc.).
El documento tiene como punto de partida el estudio de riesgos y vulnerabilidades presentado el pasado mes de mayo, que concluye que la principal amenaza a las que se enfrenta Zaragoza es el calor extremo, con olas de calor cada vez más prolongadas, un aumento de un grado de la temperatura hasta 2030 y temperaturas mínimas más elevadas. Todo ello acompañado de periodos más frecuentes de sequía y mayor posibilidad de incendios.
El otro riesgo más destacado son las inundaciones, ya que se prevé que aumenten de frecuencia los episodios de lluvia intensos y en poco tiempo y las crecidas de los ríos. La consecuencia son inundaciones en determinadas zonas de la ciudad, cortes de tráfico, del suministro eléctrico, caída de árboles o desprendimientos de tierras.
Líneas de actuación y medidas de adaptación al cambio climático
El borrador del PACCZ plantea nueve líneas de actuación con 45 medidas de adaptación en ámbitos como la salud, los recursos hídricos, la planificación urbana, la edificación de viviendas, los espacios naturales o el turismo. Entre otras actuaciones plantea, por ejemplo, mejorar las acciones preventivas, los sistemas de alerta e información y las redes de cuidados para las personas mayores que viven solas o los grupos sociales en situación de vulnerabilidad.
Por último, recoge la necesidad de renaturalizar los ríos y riberas para potenciar la función reguladora que tienen los ecosistemas fluviales, crear una red de refugios climáticos en equipamientos y espacios verdes de la ciudad, actualizar los planes de prevención de riesgos laborales y la formación del personal municipal y de las contratas municipales frente a las temperaturas extremas o proseguir con la rehabilitación de viviendas y la regeneración de barrios con criterios de mitigación y adaptación al cambio climático.