Barcelona es una de las seis ciudades europeas seleccionadas por el Fondo de Acción ICLEI para desarrollar proyectos centrados en implementar acciones medioambientales y climáticas, con énfasis en los edificios energéticamente eficientes, gestión de la calidad del aire, la pobreza energética, desarrollo de energías renovables, y adaptación y resiliencia al cambio climático. El fondo otorgará un total de 7 millones de euros para proyectos basados en datos que ayuden a construir ciudades más sostenibles a través de la tecnología y la innovación.
Liderado por la Asociación de Gobiernos Locales por la Sostenibilidad ICLEI Europe, a través de subvenciones de Google.org, el programa de financiación impulsa proyectos basados en datos destinados a ayudar a los gobiernos locales a mejorar la calidad ambiental, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a los efectos del cambio climático.
En total, siete proyectos con sede en Barcelona (España), Dortmund (Alemania), Glasgow (Reino Unido), Roma (Italia), Rotterdam (Países Bajos) y Estocolmo (Suecia) recibirán 1 millón de euros cada uno. Los proyectos comenzarán en la primavera de 2023 y durarán los próximos dos años. Cada proyecto se anunciará oficialmente en eventos locales a lo largo de la primavera y el verano.
Diseño de estrategias de rehabilitación energética en Barcelona
En el caso de Barcelona, el proyecto seleccionado complementará la estrategia climática local fortaleciendo las políticas sociales que la ciudad viene desplegando a través de los Centros de Asesoramiento Energético (EAC).
El proyecto, a través del desarrollo de un índice de vulnerabilidad climática, también brindará a la ciudad una mejor comprensión de las áreas más vulnerables al cambio climático, lo que al mismo tiempo ayudará a diseñar mejor las estrategias de rehabilitación energética desde la perspectiva de la justicia social y la soberanía energética.
Proyectos de mitigación y adaptación al cambio climático
En la ciudad de Dortmund se han seleccionado dos proyectos que apoyarán a la ciudad en sus objetivos climáticos. Los proyectos utilizarán técnicas innovadoras para recopilar y fusionar datos climáticos actuales con datos existentes. Este proceso asegurará que se puedan desarrollar medidas específicas para la adaptación al impacto climático y consultoría energética.
En referencia a Glasgow, el proyecto desarrollará lecciones sobre la mejora de la calidad del aire para compartir con otras ciudades de la red ICLEI. Por su parte, el uso de herramientas digitales que ofrece el proyecto de Estocolmo será esencial para que la ciudad logre medidas de mitigación y adaptación climáticas, así como para comprender cómo se vinculan ambas.
El proyecto de Roma promoverá el desarrollo de la Comunidad de Energías Renovables. En sinergia con otras iniciativas del municipio para combatir la pobreza energética, el proyecto seleccionado ofrecerá una importante contribución al poner en marcha herramientas y recursos de información para apoyar a los ciudadanos en la creación de comunidades energéticas.
Por último, Róterdam trabaja para conseguir una ciudad más eficiente y sostenible desde el punto de vista energético. El uso del modelado de datos proporcionará información sobre el estado actual de un edificio y sobre las oportunidades para hacerlo más sostenible.