El Parlamento Europeo propone que los nuevos edificios sean cero emisiones a partir de 2028

El Comité de Industria, Investigación y Energía del Parlamento Europeo ha adoptado la propuesta de revisión de la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios (EPBD), parte del paquete Fit for 55. De acuerdo con el texto adoptado, todos los edificios nuevos deberán ser cero emisiones a partir de 2028.

El paquete ‘Fit for 55’ consta de varias propuestas legislativas para cumplir el objetivo de reducir un 55% las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para 2030.

El 15 de diciembre de 2021, la Comisión Europea presentó una propuesta de revisión de la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios (EPBD), como parte del paquete ‘Fit for 55’. Este último consta de varias propuestas legislativas para cumplir el nuevo objetivo de la UE de una reducción mínima del 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para 2030 en comparación con 1990.

Es una parte central del Pacto Verde Europeo, cuyo objetivo es descarbonizar el parque de edificios de la Unión Europea para 2050. La EPBD tiene como objetivo acelerar las tasas de renovación de edificios, reducir las emisiones de GEI y el consumo de energía en el sector de la construcción de la UE para 2030 y alcanzar la neutralidad climática para 2050. Además, pretende aumentar la tasa de renovación de edificios energéticamente ineficientes y mejorar la información sobre el rendimiento energético.

El proyecto de ley será sometido a votación por el Pleno de la Cámara durante la sesión plenaria del 13 al 16 de marzo y se convertirá en la posición negociadora del Parlamento Europeo. Luego, los eurodiputados iniciarán negociaciones con el Consejo Europeo para acordar la forma final del proyecto de ley.

Edificios nuevos cero emisiones en 2028

Según el texto adoptado, todos los edificios nuevos deberán ser de cero emisiones a partir de 2028, y los edificios nuevos ocupados, operados o propiedad de las autoridades públicas, a partir de 2026.

Los monumentos quedarán excluidos de las nuevas normas, mientras que los países de la UE pueden decidir excluir también los edificios protegidos por su especial valor arquitectónico o histórico, los edificios técnicos, el uso temporal de edificios o iglesias y los lugares de culto.

Los Estados miembros también pueden eximir las viviendas sociales públicas, donde las renovaciones darían lugar a aumentos de alquiler que no pueden compensarse con ahorros en las facturas de energía. Además, todos los edificios nuevos deberán estar equipados con tecnologías solares para 2028, siempre que sea técnicamente adecuado y económicamente factible, mientras que los edificios residenciales que se someten a una renovación importante tendrán de plazo hasta 2032.

Los edificios residenciales deberán alcanzar al menos la clase de eficiencia energética E para 2030 y D para 2033. Los edificios públicos y no residenciales tendrán que alcanzar las mismas clases para 2027 y 2030 respectivamente (la Comisión Europea propuso F y E).

Planes nacionales de renovación de edificios

Todas las medidas necesarias para lograr estos objetivos serían establecidas por cada Estado miembro en los planes nacionales de renovación de edificios. Para tener en cuenta los diversos parques inmobiliarios de los países de la UE, la letra G debería corresponder al 15% de los edificios con peor rendimiento del parque nacional.

La propuesta de los eurodiputados establece que los países de la Unión Europea ajusten los nuevos objetivos en una proporción limitada de edificios cubiertos por los requisitos según la viabilidad económica y técnica de las renovaciones y la disponibilidad de mano de obra calificada.

Los planes nacionales de renovación deben incluir planes de apoyo con objetivos y medidas realistas para facilitar el acceso a subvenciones y financiación. Los Estados miembros deberán establecer puntos de información gratuitos y esquemas de renovación de costo neutral.

Por su parte, las medidas financieras deberían proporcionar una prima importante para las renovaciones profundas, especialmente de los edificios con peor rendimiento, y las subvenciones y subsidios específicos deberían estar disponibles para los hogares vulnerables.

La propuesta de los europarlamentarios establece que los países de la Unión Europea deberán garantizar que el uso de combustibles fósiles en los sistemas de calefacción, para edificios nuevos y edificios que se someten a una renovación importante, una renovación profunda o la renovación del sistema de calefacción, no esté autorizado a partir de la fecha de transposición de la presente Directiva. El uso de combustibles fósiles debería eliminarse por completo para 2035, a menos que la Comisión Europea permita su uso hasta 2040.

 
 
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