La COP30 aprueba el Paquete de Belém y marca una nueva era de implementación climática

COP30

La 30ª Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP30), celebrada del 10 al 21 de noviembre en Belém (Brasil), ha culminado con la adopción por consenso del Paquete de Belém, un conjunto de 29 decisiones que reflejan la determinación global de convertir la urgencia climática en acción concreta. Las 195 partes acordaron avanzar en ámbitos como la transición justa, la financiación para la adaptación, el comercio, el género y la tecnología, reafirmando su compromiso con una respuesta climática más acelerada y conectada con la vida de las personas.

En la COP30 se ha aprobado el Paquete de Belém, un conjunto de 29 decisiones que buscan acelerar la acción climática en ámbitos como adaptación, transición justa, financiamiento, igualdad de género y protección de la naturaleza.

Uno de los avances centrales fue el compromiso de triplicar la financiación para la adaptación para 2035, con un llamado específico a que los países desarrollados impulsen significativamente la financiación climática para las naciones en desarrollo. También se cerró la Hoja de Ruta de Adaptación de Bakú, que guiará el trabajo entre 2026 y 2028 hasta el próximo Balance Global.

La COP30 avanzó también en la elaboración de 59 indicadores voluntarios para monitorear el progreso del Objetivo Mundial de Adaptación, abarcando sectores como agua, alimentos, salud, ecosistemas, infraestructura y medios de vida, además de temas transversales como finanzas, tecnología y creación de capacidades.

Nuevas herramientas para acelerar la acción climática

Las Partes aprobaron además un mecanismo de transición justa, centrado en las personas y la equidad, para fortalecer la cooperación internacional, el intercambio de conocimientos y la asistencia técnica. En materia de igualdad, se adoptó un nuevo Plan de Acción de Género, que impulsa la presupuestación con enfoque de género y promueve el liderazgo de mujeres indígenas, afrodescendientes y rurales.

Otro acuerdo clave fue la Decisión Mutirão, que refuerza la ambición colectiva en la era de plena implementación del Acuerdo de París. Bajo este marco se presentaron dos iniciativas principales: el Acelerador de Implementación Global, destinado a apoyar la ejecución de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) y planes de adaptación, y la Misión de Belém para el Objetivo 1.5, orientada a fomentar mayor ambición en mitigación, adaptación e inversión. Estas acciones se coordinarán con la Agenda de Acción Climática para los próximos cinco años, que reúne más de 480 iniciativas en 190 países.

La COP de Implementación

La conferencia consolidó a Belém como COP de Implementación, con más de 122 nuevas o actualizadas contribuciones nacionales y la presentación de unos 120 Planes para Acelerar Soluciones en sistemas energéticos, bosques, océanos y ámbitos de la vida cotidiana.

Entre los anuncios destacados figuran la iniciativa Fomento de la Implementación Nacional Invertible (FINI), que busca movilizar 1 billón de dólares para proyectos de adaptación en tres años; nuevos apoyos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Verde para el Clima (FVC) y una contribución de 1.400 millones de dólares de la Fundación Gates para pequeños agricultores; el Plan de Acción de Salud de Belém con 300 millones de dólares para fortalecer sistemas sanitarios; y el Acelerador RAIZ, centrado en la restauración de tierras agrícolas degradadas.

Brasil presentó además dos Hojas de Ruta de Belém: una para Bosques y Clima, y otra para la Transición hacia el Abandono de los Combustibles Fósiles, orientadas respectivamente a frenar la deforestación y a afrontar los desafíos de la transición energética.

Naturaleza, océanos y justicia climática

En el ámbito de la naturaleza, la COP30 marcó un hito con el lanzamiento del Fondo Bosques Tropicales para Siempre (TFFF), que movilizó 6.700 millones de dólares para pagos basados en resultados a países que conserven bosques tropicales. También se anunciaron iniciativas sobre liderazgo indígena, tenencia de la tierra, agroecología y restauración, así como el Desafío NDC Azul, donde 17 países se comprometieron a integrar soluciones oceánicas en sus planes climáticos. A través de la Alianza Un Océano, se aspira a catalizar 20.000 millones de dólares y generar 20 millones de empleos azules para 2030.

En materia financiera, las Partes tomaron nota de la Hoja de Ruta de Bakú a Belém hacia 1.3T, diseñada para escalar el financiamiento climático a 1,3 billones de dólares anuales para 2035, e impulsaron reformas en los bancos multilaterales, el uso de financiación concesional y mecanismos como garantías y canjes de deuda. También se lanzó un Marco Global de Responsabilidad de Financiamiento Climático para mejorar transparencia y credibilidad.

Todos estos compromisos y medidas se enmarcan dentro del Paquete de Belém, que ahora servirá como referencia para guiar la implementación de las decisiones adoptadas en la COP30.

 
 
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