Durante los últimos 10 años, cuatro centros de investigación europeos (CNR-iPCF, SSICA, TECNALIA y POLIEKO) han trabajado junto con tres asociaciones de empresas y cinco empresas relacionadas con la industria alimentaria y de plásticos, para, mediante el proyecto LEGUVAL, afrontar fuentes más sostenibles y renovables para la industria del plástico.
Este proyecto pretende conseguir la valorización de los subproductos de legumbres mediante la extracción de proteínas y fibra para ser utilizadas como materia prima en el desarrollo de materiales de envasado y bioplásticos de uso agrícola, y la biomasa restante como fuente de subproductos, ya que la mayoría de los residuos vegetales contienen cantidades considerables de compuestos potencialmente interesantes. De este modo, los films/composites y recubrimientos basados en proteínas de legumbre permitirán que los envases puedan ser depositados en plantas de compostaje o utilizarse para la producción de biogás. De forma similar, en aplicaciones agrícolas, los plásticos derivados de proteínas podrán permanecer en el suelo como fuente de nitrógeno biodegradable.
Se abrirán dos líneas de investigación en el ámbito de la proteína vegetal. De hecho, las propiedades de permeabilidad de oxígeno de films plásticos, a base de proteína recubiertas, han revelado que las soluciones recubrimiento basadas en proteínas muestran excelentes propiedades barrera al oxígeno, a humedades relativas bajas o intermedias, comparables a las propiedades barreras al oxígeno de algunos materiales plásticos sintéticos.
Los co y subproductos de la industria de procesado de legumbres como guisantes, habas, lentejas, etc. se están utilizando como materia prima para el desarrollo de materiales plásticos para envasado y aplicaciones agrícolas. Esta estrategia aportará valor añadido a los cultivos mediante un nuevo uso de los subproductos, que en la actualidad se utilizan únicamente como alimento para animales, o fertilizantes.
Este objetivo se está alcanzando a través de la extracción de proteínas para la producción de films comestibles/biodegradables. Además, la biomasa restante del proceso de extracción se utiliza como relleno en composites poliméricos para la mejora de propiedades mecánicas, o como fuente de alimentación para la producción de biogás.
El propósito final es que los materiales desarrollados puedan ser competitivos a medio plazo frente a las alternativas derivadas del petróleo, sobre todo teniendo en cuenta el elevado precio de algunos de los polímeros derivados de esta materia prima, y la bajada del precio de los polímeros biodegradables debido al aumento de la producción en los países emergentes como India y China.