En la edificación, el término accesibilidad está referido a la adecuación de las instalaciones para facilitar el acceso autónomo y seguro de personas con limitaciones como la movilidad reducida.
La integración del transporte vertical, como la instalación de ascensores, rampas de acceso, escaleras mecánicas, elevadores, y otros sistemas similares, son cada vez más frecuentes y forman parte de los principios de la construcción sostenible, entendiendo aquí la sostenibilidad como la integración de todas las personas, la construcción preparada para cualquier condición física, cognitiva o incapacidad técnica.

La construcción sostenible se ocupa de eliminar las barreras arquitectónicas, que son aquellos obstáculos del edificio que impiden la libertad de movimiento o la limitan, a través de la integración de elementos que incrementen la accesibilidad y mejore la calidad de vida de todas las personas. Muchas de las rehabilitaciones energéticas incluyen la instalación de ascensores o la modernización de los mismos, al incorporar sistemas eficientes en la tecnología y gestión de estos.